El derecho a la desconexión en la era digital Escrito por Belén Gimeno el 21 de julio de 2025 En un entorno laboral marcado por la hiperconectividad, la presión por la inmediatez y la disponibilidad constante, el derecho a la desconexión digital ha dejado de ser una reivindicación emergente para convertirse en una necesidad legal, organizativa y humana. Su vulneración no solo afecta al bienestar emocional y la salud mental de las personas trabajadoras, sino que genera un impacto silencioso —pero creciente— en la productividad, el compromiso y el rendimiento empresarial a medio y largo plazo ¿Qué está pasando? Una realidad que no podemos ignorar Hace unos dias nos despertamos con una noticia onque no debería pasar desapercibida: UGT ha publicado un informe demoledor sobre desconexión digital y su impacto directo en la salud mental de la población trabajadora en España. Bajo el título “Desconexión digital y salud mental: la verdadera cara del absentismo”, el estudio pone el foco en un problema que muchas personas sufren en silencio y que pocas organizaciones afrontan de forma decidida. Algunos datos clave que expone: En 2023, las bajas por salud mental representaron el 16% del total, y en 2024 ya ascienden al 17%. La salud mental es la causa que más ha crecido en peso relativo en jornadas laborales perdidas en los últimos cinco años. Más del 18% de las jornadas de baja por procesos de larga duración tienen origen en dolencias psicológicas. La duración media de una baja por salud mental ha subido de 86 a 96 días, un incremento del 12%. El 64,5% de quienes causan baja por salud mental repiten esa situación. Hiperconectividad: la oficina que nunca cierra El informe de UGT no solo alerta: pone cifras a una realidad cotidiana. Hoy, en España, más de 7,7 millones de personas trabajadoras tienen acceso remoto al entorno de trabajo gracias a herramientas y dispositivos digitales. Esto no solo facilita tareas. También diluye los límites entre el trabajo y la vida personal, y multiplica el riesgo de no desconectar nunca. ¿Cómo se traduce esto en el día a día? Los datos lo explican por sí solos: Un 40 % de las personas trabajadoras revisa el correo electrónico a las 6:00 de la mañana. Los mensajes enviados fuera del horario laboral han crecido un 15 % en un solo año. A las 22:00, uno de cada tres empleados vuelve a consultar su bandeja de entrada. Las reuniones más allá de las 20:00 han aumentado un 16 %. El uso del correo en fines de semana ha subido casi un 20 %. El 10 % de la plantilla consulta su correo de forma compulsiva o al menos una vez por hora. Estudios internacionales que confirman la tendencia Este fenómeno no es exclusivo de España. Investigaciones recientes reflejan el mismo patrón: La Universidad de Texas (2025) demostró que el 91 % de quienes desconectaron su móvil durante dos semanas mejoraron su salud mental y capacidad de atención. El estudio “Generación SPCial” concluye que un 56 % de jóvenes españoles ha pensado en hacer un detox digital, y un 13 % ya ha abandonado redes sociales. La UOC y la Universidad de Swinburne observaron que desconectar en vacaciones mejora el descanso y reduce el burnout a la vuelta. Según el Observatorio de Bienestar Digital de ING (2024), solo 1 de cada 10 personas cree mantener un buen equilibrio digital. Aunque el 63 % considera que desconectar es importante, solo el 39 % lo hace realmente. Una conclusión: El derecho a la desconexión no se está cumpliendo La evidencia es abrumadora: el derecho a la desconexión digital no se está cumpliendo. Su ausencia está afectando seriamente al bienestar emocional de millones de personas. Lo más preocupante es que muchas empresas aún no son conscientes del coste humano y productivo que esto implica. ¿Qué dice la ley sobre el derecho a la desconexión digital? En España, el derecho a la desconexión digital está recogido en el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018, que obliga a las empresas a establecer políticas internas para garantizar el respeto a los tiempos de descanso y la vida personal. Además, el Estatuto de los Trabajadores y la Guía técnica del INSST (2024) recomiendan: Regular por escrito la desconexión en políticas internas. Formar a trabajadores y responsables. No penalizar (ni recompensar) la conexión fuera de jornada. Establecer protocolos para programar comunicaciones. ¿Qué hacemos en Aranova para garantizar la desconexión? En Aranova, la desconexión digital no es solo una obligación legal: es una política real y cotidiana. La hemos integrado en nuestra cultura organizativa y forma parte de nuestro Plan de Conciliación y Corresponsabilidad. Estas son algunas de las prácticas que aplicamos en nuestro día a día: Correos programados Evitamos enviar mensajes fuera del horario laboral, tanto a compañeros como a colaboradores externos. Si necesitamos redactar un correo por la tarde, en fin de semana o en un momento en que la otra persona no está en su horario laboral, lo programamos para que se envíe en el siguiente día hábil y dentro de su jornada de trabajo. Así respetamos los tiempos de descanso y promovemos una comunicación más saludable. Respeto al tiempo de descanso No se espera ninguna respuesta fuera de la jornada laboral. Las urgencias reales están protocolizadas , para evitar soluciones improvisadas que comprometan el descanso del equipo. Reuniones dentro del horario laboral Todas las reuniones se planifican dentro del horario de trabajo. Apostamos por una gestión eficiente del tiempo que evite extender la jornada y respete los espacios personales. Formación continua para una desconexión digital real y consciente Promovemos el uso consciente y saludable de los canales digitales. Facilitamos recursos, recomendaciones y formaciones que ayudan a desarrollar buenos hábitos tecnológicos, respetando siempre el derecho a desconectar. Por un modelo laboral más sano, humano y productivo En un momento donde los límites entre lo laboral y lo personal son cada vez más difusos, defender el derecho a desconectar es más que un compromiso empresarial: es una forma de cuidar a las personas y garantizar un modelo de trabajo sostenible, saludable y eficiente. En Aranova apostamos por un entorno en el que trabajar bien también significa saber cuándo parar, y donde la tecnología está al servicio de la eficiencia, no del agotamiento Entidades Desconexión Digital Salud Laboral Salud Mental